sábado, 15 de enero de 2011

Gigante monstruo gris

Gran ciudad
Lo tenés todo, todo en cantidad.
No sabés de mí
ni de nadie,
y yo que sé de vos,
te detesto
por tus olores grises
como las caras grises que te recorro
con sus colores mugrientos todos.
Sos un gran monsturo caliente
a punto de explotar de gente
de ruido, de fiebre,
de angustia.
Y se te van a salir los carteles
y las calles se te van a amotinar
en los rincones de las terrazas
y van a salir los trenes de sus rieles
empujados por diez gigantes
más grandes que vos
y van a llegar
hasta la pituca costanera
para terminar de enmugrar
tu podrido riachuelo.
Los asfaltos se van a derretir
y los autos se van a hundir
entre movediza brea
que se incendia con el fuego
del mismísimo infierno.
Vas a quedar tan feo,
monstruo cansado,
desvastado, liquidado,
que millones de hormigas
tendrán que invadir a otro enano
para dejarlo un día
tan horrendo como vos.