viernes, 5 de diciembre de 2008

Dos figuras finas y delgadas se persiguen,
algunas veces se alcanzan.
Pero siempre, siempre, siempre
me alcanzan.
Cuando se ven, apenas llegan a tocarse,
como un suspiro, el encuentro.
Se diluye entre la monotonía de un sonido
y yo, entre tanto, me pierdo.
Quiero ignorar que se juntan
(sólo cada tanto se juntan),
y eso, tan mínimo, se come al mundo.
No es un asunto menor:
ellas se encuentran, pero nosotros perdemos.
Ellas siempre igual, no temen a nada.
No tienen noche, corren, las tontas.
Nos quieren ganar a todos.
Quién las programó:
maldito sea.
Dicen que les pertenecemos.
Y es cierto, si las escucho,
las sigo, me encuentro.
tic

Una hermosa canción

"...Algunas veces vuelo
y otras veces
me arrastro demasiado a ras del suelo..."

Un poco respondiendo a un pedido, un poco respondiendo a mis inquietudes, sólo quiero compartir esta excelente canción de un poeta loco al que he decidido llamar mi amigo. No es tan popular como tantas otras de este Gran Señor, pero es, para mí, una delicia.
Hoy, por suerte, vuelo.